EL OSO, SIN EL MADROÑO

Todos los medios se han hecho eco de la huelga de guionistas, pero nadie, absolutamente nadie, ha dicho ni una palabra de la huelga de los osos. Éste, que tiene pinta de estar más cansado que el de la película de J.J.Annaud, estaba el otro día en la entrada del metro Lavapiés. Y sin el madroño. Ya de lejos, subiendo la cuesta de la calle Ave María, el peluche tarareaba, con profunda amargura, unos versos de Sabina: "Más triste que un torero, al otro lado del telón de acero. Así estoy yo, así estoy yo, sin ti". Me llegó al alma. Por eso, di la vuelta y le eché una foto. A ver si entre todos podemos conseguir que el Alcalde le ponga un árbol, quiero decir, un madroño. (¡Mira Gallardón, que si no lo haces, llamamos a Tita!)
Añádase a la galería de bestias pardas con las que me he encontrado en otras madrugadas: un gallo y un... bueno, eso.
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