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Mostrando entradas de febrero, 2008

SÍ ES PAÍS PARA BARDEM

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80 edición de los Oscar. John Stewart ejerció de host, es decir de anfitrión y presentador, de una las galas más sobrias y poco lustrosas que se recuerdan. Cuentan que la huelga de guionistas no les ha permitido proponer una ceremonia plagada de números musicales, de montajes soberbios y de discursitos más o menos ingeniosos, que es lo que mandan sus canones. Aún así Stewart dejó claro de qué lado están este año los actores (del demócrata). Y como con los Goya, reseñaré algunos de los momentos. Unos por lustrosos, otros por penosos. 1. Ganó Bardem. Merecidamente . Y con con un discurso de agradecimiento elegante y valiente (el mejor, junto con el de Trueba, de los españoles que han tocado el galardón), al que tuvo el sabio riesgo de añadir unas palabras en español. Para ellos, ininteligibles. Para nosotros trascendentales. Porque dio las gracias a su madre (que estaba allí echando lágrimas y gritos, casi sin respirar), para su padre, para sus familiares y en general para los cómicos –d

SALPICARÁ LA SANGRE

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Puede sonar a "dejà vu", pero lo cierto es que hace más de 10 años, tras disfrutar de la magnífica versión musical que de SWEENEY TODD hizo Mario Gas, con las voces de Vicki Peña y Joan Crossas , lo primero que se me pasó por la cabeza, es que aquello parecía escrito para Tim Burton. Tenía todos los componentes: personaje débil traicionado por poderosos en un Londres jacobino, una historia de amor tremenda y oscurecida por la venganza, un punto gore y humor, mucho humor negro. Y así, acierto más, acierto menos, es lo que le ha salido a Burton en este musical. Vayan por delante dos avisos para navegantes cinéfilos con ciertas dudas: lo primero es que más de 90% de los diálogos de SWEENEY TODD son musicales. Es decir, que estamos ante una adaptación de un musical, que respeta, casi al pie de la letra (musical), el tono de sus creadores originales, Stephen Sondheim y Hugh Wheeler. Y que por tanto es eminentemente un musical peliculizado. Y lo segundo es que, una vez tomada la

BARDEM DE SOPORTE

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Intentaré explicar en unas cuantas líneas por qué los Oscar no son más que una mera operación de márketing cinematográfico. Tomemos por ejemplo el caso de Bardem. El actor ha sido nominado, es decir que es uno de los 5 candidatos para ganar la estatuilla, dentro de la categoría de "Best Performance by an Actor in a Supporting Role", que nosotros podríamos traducir como MEJOR TRABAJO DE UN ACTOR EN UN PAPEL DE SOPORTE, y que coloquialmente transformamos (mal) como MEJOR ACTOR SECUNDARIO. Ahora fíjense bien en este cartel. Fíjense en qué lugar aparece el nombre de Bardem. Y después fíjense en la cara que aparece en ese cartel ¿Se han fijado ya lo suficiente? Sí, es la de Javier Bardem. Bueno pues el actor está nominado en esa categoría (MEJOR ACTOR EN PAPEL DE SOPORTE) porque la productora (según se ha expresado en varios medios) ha optado por presentarlo (sí señor, para ser nominado hay que presentarse primero, si no, no hay nada que hacer) en esa categoría. La razón: porque

LA SOLEDAD DEL GANADOR

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En otros blogs –como por ejemplo el de Álex de la Iglesia– he preguntado –al aire–, qué pasa en nuestro cine cuándo una película como LA SOLEDAD de Jaime Rosales, nominada este año a la Mejor Película, sólo la han visto 41.404 espectadores y otra como EL ORFANATO, sin embargo, ha sido vista por 4.064.018. Ahora añado: ¿QUÉ PASA CUÁNDO LA CONSIDERADA MEJOR PELÍCULA ESPAÑOLA DEL AÑO SÓLO HA SIDO VISTA POR 41.404 ESPECTADORES? ¿QUÉ PASA CUÁNDO EL DIRECTOR DE UNA PELÍCULA GANADORA EN CANNES DE 2003 VE CÓMO SU SEGUNDA PELÍCULA PASA POR LAS SALAS DE PUNTILLAS? Yo no tengo la respuesta, pero es evidente que aquí hay algo que huele mal, muy mal. Algo que sin duda tiene mucho que ver con quiénes son los EXHIBIDORES y cómo, y en qué condiciones, EXHIBEN la mayoría de las películas españolas. Insisto: "algo huele a podrido en Dinamarca". Y ahora vamos con los momentos GOYA y las cosas que más me llamaron la atención de la pesada, plomiza y extensa ceremonia. 1. Sigue siendo larga. Muy