
Digo obligatorio por varios motivos. El primero es que (finalmente) he podido ir a Roma. Aunque para ello he tenido que renunciar (no me han dado más alternativas) a mi ("maravilloso") trabajo de teleoperador. El segundo kit-kat, más obligatorio y menos divertido que el primero se debe a que (de nuevo) mi (nuevo) operador de Internet me ha dejado sin línea, sin red, sin Internet y, lo que es peor y muy grave, sin teléfono fijo. Ha sido a la vuelta de mi (esta vez sí, maravilloso) viaje a Roma. Hace unos cuantos posts, contaba como un
operador de Internet (y telefonía) había pasado de mi. Pues ha vuelto a ocurrir. Dicen que son otros, pero cuando abres
su página web, te salta un banner del otro operador (antaño wanadoo, ahora orange). Como decía mi padre, y mis abuelos, "el mismo perro con distinto rabo". Y así estoy de nuevo. Sin red y escribiendo desde un ciber-café (que no es precisamente el mejor lugar para estos menesteres). En cuanto me devuelvan "mí línea" os contaré cuatro o cinco cosas que he aprendido de Roma, los romanos, los camareros romanos (también rumanos) y de la cantidad de agua que he bebido en esos 7 días finales de agosto.

COSAS QUE VOY APRENDIENDO A MEDIDA QUE ME HAGO MAYOR:
1. No te creas lo que te cuenta la publicidad de los operadores de Internet.
To be continued...
Comentarios
Lo de los operadores de Internet es un cachondeo. Yo creo que a los de Consumo ya les tiene que entrar la risa floja cuando va alguien a quejarse de un asunto de este tipo. Qué asco.
Un saludo