EL PLANETA: UNA VERDAD MUY INCOMODA

Por razones profesionales y también clínicas, debido a mi esquizofrénico estado de salud (provocado por razones que algún día contaré), he tenido abandonadas mis tareas blogueriles durante varias semanas.



Retomo mi actividad gracias a un recorte, localizado entre toda la basura perodiquil que uno acumula, con la -vana- esperanza de que un día -que nunca llega- conseguirá archivar y ordenar -menuda inocencia- los cientos de miles de recortes. Y como eso no ocurre jamás, llega la hora de tomar decisiones drásticas y fernandianas: mandarlo todo a la mierda, o lo que es lo mismo, al cubo de reciclado.

Entre esa vorágine de papeles he encontrado esta noticia publicada el 11 de octubre de 1994 en "El País". En ella, Miguel Delibes, uno de los mejores escritores en lengua castellana, hablaba distentidamente con un grupo de periodistas. Tanto, que el novelista se atrevió a decir en alto lo que era "un secreto a voces": "Que le habían ofrecido ganar el Premio Planeta y que lo había rechazado". Las declaraciones removieron y escocieron, sólo durante sólo unos días, al mundo literario-empresarial. Pero a tenor de lo escuchado y leído estos días, compruebo que la memoria periodística sigue padeciendo, miedo, pereza y vagancia. En la wikipedia cuenta también detalles al respecto.

Añadiré también mi opinión sobre los ganadores de este año, para evitar dudas o susceptibilidades extrañas:

A JUAN JOSÉ MILLÁS: le admiro desde que le conocí durante un curso en EL PAÍS. Me gusta como habla, y creo que es uno, sino el mejor, columnista vivo de este país. Sus libros, los pocos que he leído, han suscitado en mí un interés desigual. Pero, en cambio, no me pierdo ni una sola de sus aportaciones periodísticas, ni siquiera sus "breves y menguadas crónicas veraniegas". Ha tenido, y tiene, el don de ensalzar a personajes de breve personalidad -por ejemplo Penélope Cruz- y gracias al poder de su pluma es capaz de transformar lo superficial en singular. Es más, televisivamente, su entrevista con Pedro Almodóvar es de lo mejor que se ha hecho con el director manchego.

BORIS IZAGUIRRE: puede que sea uno de los iconos más grandes de la televisión pop-gritona. Se ha hecho famoso, sobre todo, por bajarse los pantalones en el programa de Sardá, donde alcanzó su máximo esplendor mediático. Como escritor jamás he podido comenzar ninguno de sus libros. Sus aportaciones periodísticas (suplemento de EL PAÍS) me parecen muy pobres y algunos de sus artículos (los que he conseguido leer, publicados en Fotogramas) relacionados con el cine están mal redactados y con datos y frases inexactas.

Dicho esto, pregunto: ¿Son merecedoras estas dos personas de ganar un premio a la mejor novela en lengua española del año 2007, que es lo que pretende el premio Planeta, según su patrocinador?
Lo siento por Millás. Creo que el Planeta, en su carrera, servirá -ojalá- para zanjar sus hipotecas, y -ojalá también- para escribir las mejores novelas cortas y cuentos de toda su brillante carrera. Todo sin la premura editorial a la que hasta ahora pudiera o pudiese estar obligado por su editorial. Y es que 600.000 euros dan una placidez laboral y monteria enorme, ¿verdad mileuristas?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lo del Planeta dirán que ellos les dan los cincuenta quilos a quien quieran, que para eso la pasta es suya. Pero comprar el prestigio de un premio a golpe de talonario es una costumbre patética cada vez más extendida.
TELEpatético ha dicho que…
Ayyyy la hemeroteca, qué cosas tiene.

Entradas populares de este blog